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domingo, 30 de marzo de 2014

La Gran Invocación del Maestro D.K (Djwal Khul)



Sabes quien es D.K.? (El Maestro Djwal Khul)...


Mira que nos dice el Maestro Samael:

"El Maestro D.K. (DJWAL KHUL), este es otro hijo de la Resurrección; otro Súper-Hombre que ha sabido aprovechar su energía sexual. Este Maestro pertenece al Rayo de Mercurio; ayudó a la Maestra H.P. Blavatsky, dictándole gran parte de «La Doctrina Secreta».

Posee ahora el mismo cuerpo que poseía en el año de 1675, y la muerte no ha podido sobre él, porque es un Hijo de la Resurrección".


Se dice que para el 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, previendo las terribles consecuencias que se avecinaban para la humanidad, este Maestro, por orden de la Logia Blanca, difundió la siguiente oración:

LA GRAN INVOCACIÓN (LGI)


“Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres;
El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz,
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder
restablezcan el Plan en la Tierra.”

La Gran Invocación es una plegaria mundial traducida a más de 75 idiomas y dialectos.
Es un instrumento de poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra.
La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales, que todos los hombres aceptan innata y normalmente:

La verdad de la existencia de una inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios.
La verdad de que detrás de todas las apariencias externas, el Amor, es el poder motivador del Universo.
La verdad de que vino a la Tierra una gran Individualidad, llamada Cristo por los cristianos, que encarnó ese amor para que pudiéramos comprenderlo.


La verdad de que el amor y la inteligencia son ambos efectos de la Voluntad de Dios.
Y finalmente la verdad eminente de que el Plan divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.

El Maestro Gargha Kuichines utilizaba muy frecuentemente esta oración y la hacía en forma de cadena.

P.I.