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domingo, 30 de marzo de 2014

Meditación 31: Algunos Temas para Meditar

Temas para Meditar

(Texto en Azul: VM Samael)


Los Vehículos del Intimo

Acostado el discípulo en su lecho, con las manos cruzadas sobre el pecho, meditará profundamente en su Cuerpo Físico, diciéndose así mismo: No soy este cuerpo físico.

  Luego meditará el discípulo profundamente en su Cuerpo Etérico, diciéndose así mismo: No soy este cuerpo etérico.

  Luego, sumido en profunda meditación interna, reflexionará el discípulo en su Cuerpo Astral, y dirá: No soy el cuerpo astral.

Ahora meditará el discípulo en su Cuerpo Mental, y se dirá así mismo: tampoco soy esta mente, con la que estoy pensando.

 Luego reflexionará el discípulo en su Fuerza de Voluntad, y se dirá así mismo: tampoco soy el cuerpo de la voluntad.

Ahora meditará el discípulo en su Conciencia y se dirá así mismo: tampoco soy la Conciencia.

Ahora, por último, sumido en profunda meditación, el discípulo exclamará con su Corazón: ¡YO SOY EL INTIMO! ¡YO SOY EL INTIMO! ¡YO SOY EL INTIMO!.

 Entonces, el discípulo fuera de todos sus vehículos se habrá hecho, toda una majestad del Infinito.

Verá entonces que ya no se necesita pensar porque la Sabiduría del INTIMO es: SI, SI, SI.

 Ahora se dará cuenta el discípulo, que la acción del INTIMO es: SI, SI, SI.

 Ahora entenderá el discípulo, que la naturaleza del INTIMO es Felicidad Absoluta, Existencia Absoluta, y Omnisciencia Absoluta.

En estos instantes de suprema felicidad, el pasado y el futuro se hermanan dentro de un eterno ahora, y los grandes días cósmicos,  y las grandes noches cósmicas, se suceden unas a otras dentro de un instante eterno...

 En esta plenitud de la felicidad, nuestros discípulos pueden estudiar toda la Sabiduría del Fuego entre las llamas abrasadoras del Universo.

 Así es como nuestros discípulos aprenden a funcionar sin vehículos materiales de ninguna especie, para estudiar todos los secretos de la Magia Elemental de la Naturaleza.

Hay necesidad de que el INTIMO aprenda a desvestirse para funcionar sin vehículos, en el gran ALAYA del mundo.

Primero se fija la atención en el cuerpo sobre el cual queremos practicar, luego se medita en su constitución interna, y llenos de beatitud, decimos: Yo no soy este cuerpo.

Concentración, Meditación y Shamadhí, deben practicarse sobre cada cuerpo.

 Concentración, Meditación y Shamadhí, los tres son llamados en Oriente, un Samyasi, sobre cada uno de nuestros vehículos.

Para poder despojarnos de cada uno de nuestros vehículos inferiores, practicaremos un Samyasi sobre cada uno de nuestros vehículos.

Para ser un Samyasin del pensamiento, es urgente haber adquirido Castidad Absoluta, Tenacidad, Serenidad y Paciencia.


El Nacer y el Morir

El tema del nacer y del morir de las plantas es muy sencillo como ejercicio de meditación interior.  Siéntese o acuéstese cómodamente y mire durante algunos instantes alguna planta que ya tendrá a la mano para su ejercicio; cierre los ojos y adormézcase conservando la imagen de la planta en su mente.  

Una vez adormecido, medite en el crecimiento de la planta desde que era un pequeño tallito hasta llegar a su actual estado.

Recuérdese que todo lo que nace tiene que morir.  Imagínese a la planta en proceso de decadencia, muerta, convertida en leños; adormézcase el discípulo un poco más, y trate de ver y conversar con la criatura elemental de la planta.

 Después de algún tiempo de prácticas, se podrá ver y oír al elemental de la planta.  Este enseñará sus fórmulas secretas sobre las enfermedades que él sabe curar, y se pondrá al servicio del estudiante para la ejecución de los trabajos en que dicho elemento es experto


Para Experimentar el Vacío Iluminador

Mas sí es posible llegar a la experiencia del Vacío Iluminador. Un sistema práctico y sencillo que todos los hermanos pueden practicar. Voy a dictarles ahora mismo la técnica, pongan atención:

Siéntense al estilo oriental, con las piernas cruzadas. Así debido a que sois occidentales esta posición resulta para vosotros muy cansona, entonces sentaos cómodamente en un cómodo sillón al estilo occidental.

 Colocad la palma de la mano izquierda abierta, la derecha sobre la izquierda, quiero decir el dorso de la palma de la mano derecha sobre la palma de la mano izquierda.

 Relajad el cuerpo lo más posible.

Y luego inhalar profundamente, muy despacio, al inhalar imaginar que la energía creadora sube por los canales espermáticos hasta el cerebro.

 Exhalar corto y rápido.

Al inhalar pronunciar el mantram HAM al exhalar pronunciar el mantram SAH, indubitablemente se inhala por la nariz, se exhala por la boca. Al inhalar habrá de mantralizar la sílaba sagrada HAM mentalmente, pues se esta inhalando por la nariz, mas al exhalar se podrá articular la sílaba SAH en forma sonora. HAM se escribe con las letras "H A M", SAH se escribe con las letras "S A H", la "H" suena siempre como "J". La inhalación se hace lenta, la exhalación corta y rápida.

 Motivos: Obviamente la energía creadora fluye en todo sujeto desde adentro hacia fuera, es decir, de manera centrifuga; mas nosotros debemos invertir ese orden con fines de superación espiritual, debe nuestra energía fluir en forma centrípeta, quiero decir de afuera hacia adentro. Indubitablemente si inhalamos despacio y lento, fluirá la energía creadora en forma centrípeta, de afuera hacia adentro; y si exhalamos corto y rápido entonces se hará cada vez más centrípeta esa energía.

Durante la practica no se debe pensar absolutamente en nada, los ojos deben estar cerrados profundamente, solo vibrará en nuestra mente el HAM-SAH y nada más.

A medida que se practique, la inhalación se va haciendo más honda y la exhalación muy corta y rápida, los grandes maestros de la meditación llegan a volver la respiración pura inhalación, entonces aquello queda en suspenso, imposible esto para los científicos, pero real para los místicos, que en tal estado el maestro participa del Nirvikalpa-Samadhi o del maha-Samadhi, viene la irrupción del Vacío Iluminador, se precipita en ese gran vacío donde nadie vive y en donde solamente se escucha la palabra del Padre que esta en secreto.

Con esta práctica se consigue la irrupción del Vacío Iluminador a condición de no pensar absolutamente nada. No admitir en la mente ningún pensamiento, ningún deseo, ningún recuerdo. La mente debe quedar completamente quieta, por dentro por fuera y en el centro. Cualquier pensamiento por insignificante que sea es óbice para el Samadhi para el éxtasis. Así misma esta ciencia de la meditación combinada con la respiración produce efectos extraordinarios.


Las Sagradas Escrituras y el Estudio

 Si estudiamos por ejemplo un versículo bíblico y no utilizamos para el estudio mas que el Centro informativo, el centro que registra en el intelecto, pues obviamente vamos mal; estamos destrozando ese centro.  

Pero si estudiamos el versículo y luego nos absorbemos en profunda meditación con el propósito de hacernos conscientes por iluminación del profundo significado de ese versículo, entonces se forma dijéramos, un INTERCAMBIO entre el SER y el SABER.  El Saber se funde en el Ser y el Ser se funde en el Saber.  De esa FUSION tan Integral resulta la llamarada viviente de la COMPRENSION.

? Lo que se estudia hay que volverlo conciencia mediante la meditación espontánea, de lo contrario destruye el intelecto.

Hay que practicar la Meditación Integral, no dividida, y a la hora que le nazca a uno. La meditación no debe ser mecánica.



Análisis de Nuestras Necesidades.

 Acuéstese Ud. en forma de estrella abriendo piernas y brazos a derecha e izquierda.

Concéntrese ahora en sus propias necesidades físicas inmediatas.

Medite Ud., reflexione en cada una de estas necesidades.

Adormézcase tratando de descubrir por sí mismo, donde termina la necesidad y donde comienza la codicia.

Si su práctica de concentración y meditación interna es correcta, en visión interna descubrirá cuáles son sus legítimas necesidades y cuál la codicia.

 Recuerde que solo comprendiendo profundamente la necesidad y la codicia podría Ud. establecer cimientos verdaderos para el correcto proceso del pensar. 


Meditación y Contemplación.

Acuéstese y permanezca tranquilamente en su cama. Abra sus brazos y piernas a derecha e izquierda para formar la estrella flamígera de cinco puntas. Relaje bien sus músculos. El proceso de relajación es fácil si se combina con la imaginación.

Relajación mental: Después de lograda la relajación del cuerpo físico, es necesario relajar la mente. La relajación mental se consigue también con la ayuda de la imaginación. Observe Ud. todos los pensamientos que le vengan a la mente, todos los recuerdos que le asalten, todas las inquietudes etc. Estúdielos para conocer su origen. El estudio de todo esto le revelará a Ud. muchas cosas: le hará conocer sus defectos, sus errores, etc. Así conocerá Ud. como trabaja su “yo”, su Ego. Analice cada defecto. Trate de comprender cada defecto en todos los niveles de la mente. Estudie cada pensamiento, recuerdo o emoción que le asalte. Comprenda cada pensamiento. Luego imagínese un abismo profundo. Arroje Ud. cada pensamiento estudiado, cada recuerdo, inquietud, etc. a ese abismo. Así su mente quedará quieta y en silencio. En la quietud y silencio de la mente podrá Ud. ver y oír, al Intimo. Él es el Maestro Interno. Él es su Dios Interno.

Concentración. Cuando la mente ha logrado la absoluta quietud y silencio, puede concentrarse en el Intimo. Esta concentración se hace con ayuda de la oración. Ore Ud. al Intimo. Trate de conversar con el Intimo. 

Recuerde Ud. que orar es conversar con Dios. Ud. puede orar sin fórmulas, es decir platicar con Dios: decirle con infinito amor lo que su corazón siente.

 Meditación: Quien logra la perfecta concentración puede meditar en su Dios Interno. Reflexione Ud. en su Dios Interno, identifíquese con Él, viva en Él.

 Contemplación.  Quien aprenda a aquietar la mente, a concentrar la mente y a orar, puede practicar la meditación perfecta y alcanzar las alturas de la contemplación interna. Al llegar a estas alturas estamos en éxtasis. Podemos conversar cara a cara con los dioses inefables, estudiar las maravillas del cosmos infinito y viajar a través del infinito en Espíritu y alma. En ese estado de éxtasis el cuerpo físico queda dormido y abandonado. Ahora comprenderá Ud. por qué es que conviene practicar estos ejercicios en instantes de tener sueño. El sueño es un poder que debe ser aprovechado para lograr conscientemente el éxtasis.


Práctica de la Meditación mediante la Concentración en un Punto.

 Esta forma de meditar es aparentemente fácil, pero en realidad es bastante difícil. Se le recomienda al practicante dominar primero los ejercicios respiratorios antes de practicar la concentración en un punto, de no ser así le resultará difícil y aburrida.

 Se sienta uno en una posición confortable.

Se coloca una imagen de la deidad favorita, frente al practicante.

Mirar la imagen con una mirada firme.

 Luego cerrar los ojos y visualizar la imagen en el corazón o en el entrecejo.

Se puede practicar con objetos sólidos, estatuas, un punto en la pared. 

Al principio deberá ser el objeto de concentración, sencillo, para más tarde practicar con objetos más complicados gradualmente.

También puede uno practicar con un árbol, en el patio de su casa o en el campo. Se apoya en él, solo piensa en él, se interioriza en el árbol, se siente parte del árbol, como si entrase debajo de la corteza del árbol, dentro la savia del árbol. Entonces uno se siente rama, uno se siente hoja, uno se siente flor y fruto de ese árbol, uno se siente parte del Ser de ese árbol. Eso es concentrarse en un solo punto, y es así como uno aprende a investigar dentro de las cosas.

Se puede hacer imaginariamente, pero si se puede tocar al objeto, entonces mucho mejor.

 Se puede hacer con una pequeña piedra del camino, y uno se concentra en ella, se llega a sentir ella, y puede llegar a sentir la vida en ella. 

Puede uno ponerse en contacto con su interior y descubrir su historia (usando el mantram PROVEOA).


 El punto vital de la concentración es atraer la mente hacia el mismo objeto, una y otra vez, limitando sus movimientos al principio en pequeños círculos, la concentración aumentará al disminuir el número de pensamientos. 

Ciertamente es una tarea ardua reducir el número de pensamientos, del mismo modo en que tienes que hacer para sacar una tela que se te ha caído entre una planta espinosa, quitando lentamente los pinchos, uno por uno, tendrás asimismo que reunir con cuidado y con esfuerzo los rayos disperso de tu mente que están desperdigados en los objetos sensoriales.