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viernes, 11 de abril de 2014

Meditación 33: Ejercicios 7, 8 y 9

Ejercicio 7:

Haz como en el ejercicio anterior, pero esta vez vas a elegir de entre todas las partes del cuerpo que entran directamente en el proceso de respiración, una. Esta vez una sola parte del cuerpo de todas las que hay envueltas en la respiración se convertirá en el objeto de nuestra atención, en nuestro objeto de concentración. Ya sea el vientre, o el pecho, o las fosas nasales, etc. Ahora prestarás atención a todas las sensaciones que se producen en esa limitada región del cuerpo. Te sorprenderá descubrir que allí existen mas sensaciones de las que te hubieras podido imaginar. Permanece atendiendo concentradamente esa región del cuerpo y todas sus sensaciones por el mayor tiempo posible. Para terminar el ejercicio lleva tu atención al entrecejo por unos minutos.

Ejercicio 8:

 Siéntate y relájate profundamente, luego de haber alcanzado una correcta relajación, dirige tu mente hacia tu corazón, concéntrate en él. Siente su palpitar, observa detenidamente su ritmo, percátate del tiempo que él toma entre latido y latido. Observa la mayor cantidad de detalles sobre tu corazón, pero no pienses nada sobre él y sus funciones, tan solo obsérvalo detenidamente, escucha sus latidos plácidamente, adormécete en su sonido y en su ritmo. Permanece en esta práctica tanto como te sea posible.

Ejercicio 9:


Coloca una imagen del Cristo crucificado enfrente de ti. Siéntate en tu postura favorita de meditación. Concéntrate suavemente con los ojos abiertos y sin pestañear sobre la imagen hasta que las lágrimas caigan por tus mejillas. Pasa la vista por la cruz, el pecho, la larga cabellera, la hermosa barba, ojos redondos, y las otras partes de su cuerpo, y la delicada aura espiritual que emana de su cabeza, y demás. Piensa en el inmenso amor del Cristo que llega siempre al extremo sacrificio, piensa en los milagros que siempre  realiza el Cristo, en ti,  en la lejana tierra de los hebreos, y allí donde el haya encarnado. Piensa en los varios poderes extraordinarios que poseía. Luego cierra los ojos y trata de visualizar el cuadro. Repite el mismo proceso mentalmente, una y otra vez.