La Catedral del Corazón.
(Grado de dificultad: Intermedio)
Siéntate
en tu postura de meditación preferida. Relaja tu cuerpo y tu mente
profundamente.
Cuando estés en ese estado de apacible paz interior, dirige tu
mente y tus sentimientos hacia tu corazón. Siéntelo palpitar, déjate lleva de
su ritmo.
Luego de unos momentos visualiza una hermosa puerta color oro, en tu
corazón, con ricos y hermosos decorados, es alta e imponente.
Imagina que abres
aquella hermosa puerta de tu corazón lentamente.
Cuando la abres puedes
observar que estás ante las puertas de un templo, con una bóveda alta y
luminosa.
Frente a ti se inicia un pasillo profundo que llega a lo lejos a un
Altar.
Imagina que empiezas a dirigirte hacia el Altar, con paso lento,
sintiendo lo sagrado del ambiente. A medida que caminas puedes sentir el
perfume de incienso y de rosas.
La atmósfera de aquel lugar es maravillosamente tranquila, se respira una paz profunda allí.
La atmósfera de aquel lugar es maravillosamente tranquila, se respira una paz profunda allí.
Pero continúas caminando hacia el
Altar...
Allá a lo lejos se puede ver la figura de alguien, con un aura
espléndida que brilla alrededor de su cuerpo.
Pero aún estás muy lejos, sigues caminando.
Pero aún estás muy lejos, sigues caminando.
Cuando ya estás suficientemente cerca te das cuenta de que aquel que
está sobre el Altar es el Cristo mismo, lleno de Luz, transpirando amor y
sabiduría.
Es tu propio Cristo Intimo que te espera para iniciar el oficio en
tu templo corazón...
Permanece con esta imagen, con estas sensaciones
espirituales, el mayor tiempo que te sea posible.