YAMA
1. YAMA es la ley de la ética, de la armonía
entre nosotros, la creación y sus leyes, es decir, de la plena identificación
con los PRINCIPIOS INTELIGENTES Y CREADORES.
2.
Yama implica que el devoto gnóstico debe
esforzarse para que su vida entera descanse sobre una base ética y moral,
teniendo un comportamiento sumamente recto y correcto en todas las áreas de su
desenvolvimiento como ser humano.
3.
En términos generales los indostanes tienen cinco
guías básicas para el Yama:
1.- No dañar a ningún ser por
pensamiento, palabra o acción.
2.- No codiciar ni en pensamiento,
palabra o acción.
3.- Castidad perfecta en pensamiento,
palabra y acción.
4.- Absoluta veracidad en pensamiento,
palabra y acción.
5.- No recibir dádiva alguna.
(En este
punto es necesario explicar que en el caso de los misioneros, la dádiva no es para
la persona, es para ayudar a la Obra del Cristo en la Tierra. También explicar
la importancia de la Caridad.)
9.
YAMA y NIYAMA se deben practicar toda la Vida.
Veamos lo que nos dice el Maestro Samael en su libro Rosa Ígnea:
La Ética Diaria del Meditante
(S.A.W.):
No Criticar, el Cuidado con el Verbo.
11.
EL DISCÍPULO NO DEBE JUZGAR A NADIE, NI CRITICAR
A NADIE, PARA FORMAR UNA RICA VIDA INTERIOR.
12.
A veces hablar es un delito, y otras callar,
también lo es.
13.
Es tan malo hablar cuando se debe callar, como
callar cuando se debe hablar.
14.
Hay que aprender a manejar el Verbo, y saber
calcular con exactitud el resultado de nuestras palabras.
15.
Una misma palabra puede servir de bendición para
una persona y de insulto para otra.
16.
Por ello es que antes de hablar una palabra
debemos calcular muy bien su resultado.
17.
Los señores del Karma, juzgan las cosas por sus
hechos, sin tener en cuenta las buenas intenciones.
Respeto y Mente Sencilla.
18.
Nuestra mente debe ser sencilla, humilde y llena
del más profundo respeto.
Evitar la Disputa.
19.
Nuestros discípulos deben evitar cuidadosamente
toda disputa para no derrochar sus energías inútilmente.
Cultivar la Gratitud.
20.
Debemos cultivar la gratitud, porque la ingratitud
y la traición son hermanas.
Destruir la Envidia.
21.
Hay que acabar con la envidia, porque de la envidia
salen los Judas que venden al Maestro por treinta monedas de plata.
22.
La envidia, es la flor venenosa que más abunda
entre los tenebrosos pantanos de todas las escuelas espirituales del mundo.
23.
La envidia suele disfrazarse con la toga del
juez.
Cultivar la Sinceridad.
24.
Debemos cultivar la sinceridad, porque en la
substancia de la sinceridad germinan las flores más bellas del Espíritu.
25.
Todas estas cualidades, nos darán una rica vida interior;
así es como nos preparamos internamente para las grandes disciplinas esotéricas
de la mente que flamea entre las llamas abrasadoras del Universo.
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