Dedicado a mi viejo querido, Don Mario Gidoni.
Quien dejara esta existencia física el Domingo de Resurrección de Semana Santa del 2013, cerca de la hora 13:00 (1 p.m.)
A veces no todo es apego. Cuando uno ama a alguien con un amor que no es egoísta, duele que partan de este mundo tal vez sin poder concretar algo espiritual, sin haber logrado algunos de sus anhelos mas queridos, tal vez sin haber podido decir adiós... apropiadamente.
El consuelo del gnóstico es saber que esas esencias que tuvieron una existencia noble y que exhibieron un corazón generoso y un amor espléndido hacia la familia y los seres humanos, tienen, con la Gracia de Dios, la posibilidad de transitar el camino una vez mas.
Por eso se que esa esencia, que me prodigó el privilegio de una paternidad amorosa en esta existencia, seguirá su camino espiritual en nuevas oportunidades que su Ser le depare.
Viejo, que tu Divina Madre te ilumine este nuevo sendero, que encuentres paz y sabiduría, y que los Venerables Maestros te guíen donde quiera que estés.
Y alguna vez nos volveremos a encontrar!.